El casco antiguo de Puerto Príncipe (Haití) es una de las áreas de la ciudad que quedaron más afectadas por el terremoto del 12 de enero de 2010. Más allá del número de víctimas y edificios colapsados, el mismísimo corazón de la nación se ha visto seriamente fragilizado, lo que debilita el gobierno, la comunidad empresarial y la población que lo habita.
Motivado por el deseo de preservar esta área de interés nacional para una rehabilitación no planificada, el alcalde de Puerto Príncipe, en acuerdo con el gobierno de Haití (UCLBP y MTPTC) emitió una regulación que proporciona una guía básica para ayudar a reconstruir los barrios de la ciudad, de los cuales Morne-à-Tuf es el centro urbano. Las reglas de planificación para la zona de Morne-à-Tuf induce una transformación de grandes bloques, alienta la intensificación de altura y ocupación del espacio de preocupación por la seguridad y una vida decente en el corazón de la capital.
Es en este contexto que el Gobierno de Haití, a través del CIAT (Comite Interministériel d’Aménagement du Territoire), y con financiación de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo), se ponen en contacto con WE-SPORA para la realización del proyecto. Este proyecto se focaliza en el barrio Morne-à-Tuf, la primera zona residencial que se construyó en Puerto Príncipe, donde vive una población de clase media baja. El CIAT ha elaborado un Reglamento Urbano del Casco Antiguo, el cual proporciona la base jurídica en que se desea realizar una parte de las operaciones urbanas.