“Una batalla de gallos es un concurso de machos alfa:” yo soy el más gallo “. Vamos al insulto rápido. Somos unos gallitos, y la imagen social del macho alfa es la de mega-hombre.” (Invert, Conversaciones Red Bull 2017).
Hace un par de semanas, en medio de una Batalla de los Gallos (competiciones de rap improvisado) organizada por Red Bull, las rimas contra el adversario desencadenaron una fuerte polémica en las redes.
El objetivo de las competiciones de rap improvisado es justamente este, una competición, una batalla, donde los gallos o MC buscan descalificar al contrincante a través de las rimas (preferimos hablar de MC [Master of Ceremonies, en inglés] como sinónimo no sexuado de Gallo / Gallina). Se trata de un fenómeno que ha crecido y se ha extendido enormemente en los últimos diez años, especialmente en España y América Latina.
Al mismo tiempo, se trata de un entorno altamente masculinizado, donde el referente de masculinidad es el de gallito.
El diálogo improvisado, que ha generado tanta polémica, es el siguiente:
[FJ] “El Zasko necesita sonotone y también a mayores / cuando folla con menores, como no tienen la regla no tiene que usar condones”
[Zasko] “Estoy hasta los huevos de menores / tendrás una hija, tu hija irá al cole, ¿y sabes qué pasará cuando Zasko la viole? Que te pondré este vídeo para que lo veas y llores”
La controversia retoma otros debates presentes al rap improvisado, como son las rimas machistas, homófobas y racistas, o el hecho de que se trate de entornos altamente masculinizados y la infrarrepresentación de las raperas o MC femeninas.
Por otra parte, con este episodio, el freestyle ve cuestionada la libertad de expresión, uno de los grandes valores de esta subcultura urbana. En el contexto actual, en el que los raperos Plablo Hassel y Valtonyc están condenados por el contenido de sus rimas, la polémica está servida.
Red Bull toma la iniciativa de aprovechar este ejemplo para ampliar el debate, desde dentro, con MC ganadores de las últimas competiciones, promotores de Batallas de Gallos y expertas en periodismo musical. Spora, a través de la Miriam Sol, participamos para ampliar el análisis e introducir nuevas reflexiones desde la perspectiva de género y feminista:
¿Cuál es el problema?
¿Se trata de una rima fácil en un contexto de rap improvisado? ¿O de apología de la violación?
¿Por qué ocurre?
¿Es porque la improvisación reproduce el bagaje de la sociedad que tenemos interiorizado, ya que no hay tiempo para la reflexión? ¿O es que las batallas se dan en espacios completamente masculinizados donde el referente es un gallito, con la complicidad de los otros gallos?
¿Por qué ha generado tanta polémica?
Vivimos en un mundo globalizado, donde todo queda registrado. El público va más allá de las personas que presencian la competición in situ, y engloba a todo aquel y aquella esté conectada al wifi.
Por otra parte, el feminismo ha dicho ‘Basta!’ y ha decidido reaccionar a cualquier apología de la violencia sexual.
¿De quién es la responsabilidad: del público, del jurado, del MC?
Los mismos ganadores de las competiciones internacionales reflexionan sobre la evolución de las ‘Batallas de los Gallos’. En sus inicios, la descalificación se basaba en insultos cotidianos (son habituales las rimas homófobas: maricón; o las referencias machistas hacia las madres de estos: tu madre …), era la rima fácil y una forma rápida de ganar. Explican que, con el tiempo, tanto el público como los mismos MC han dejado de aplaudir las rimas homófobas y racistas, mientras que han comenzado a valorar las rimas ingeniosas y con referencias más elaboradas.
Sin embargo, vemos que las rimas machistas se siguen aplaudiendo. Entonces, ¿la responsabilidad es del primer MC (FJ) que provoca al oponente (Zasko) con un ataque personal haciendo alusión a su relación con una chica menor de edad (era conocido que Zasko tenía una pareja un par de años más joven que él, menor de edad)? ¿O bien es de la réplica, en la que utiliza la rima fácil para ganar al contrincante? ¿Qué rol juegan aquí el jurado, o el público?
¿Hacia donde queremos avanzar?
Algunos de los MC comentan que se ha producido una evolución en la calidad de las rimas, cada vez más ingeniosas y reflexivas, que antes eran muy habituales comentarios racistas y que ahora incluso el público los rechaza.
Por otra parte, las MC femeninas y feministas comienzan a abrirse camino y hacerse escuchar. Sara Socas, una MC que compite en las Batallas de los Gallos, publicaba el siguiente artículo el último 8 de marzo: ‘8M, nosotras no callamos‘. También hay colectivos de MC feministas, como las Fem_Battle o Las chicas del Free que visibilizan a las raperas y organizan batallas de chicas. Habrá que animarlas para que puedan hacerse un lugar en este espacio de gallitos!